miércoles, 1 de junio de 2011


Reflexión de la semana: No supongas, habla.
·          Suponer es malo. Es caca.
Supones una idea, un pensamiento que te ronde por la cabeza (probablemente sin tener pruebas suficientes para llegar a la tal conclusión), y este termina merodeando sin control, mareándose ahí dentro hasta convertirse en un desecho calentorro y molesto que te confunde e irrita.
No, lo suyo es soltarlo, decir las cosas ¡Las cosas claras! Siempre de manera adecuada y sabiendo con quien se está tratando, por supuesto.
Echar la duda para afuera, vomitarla como a las gambas en mal estado para limpiar el cerebro y acabar con el malestar. Aunque no tengas a nadie con quien hablarlo, coméntatelo a ti mismo. En voz alta, para oírte claro. A pesar de la situación esquizofrénica que pueda mostrar, ¿A quién le importa?
Hablando se simplifican las ideas. La lengua va más rápido que el cerebro. Éste lo que hace es aturullarte esas ideas, las cruza entre sí, las enreda, te produce más todavía a partir de las anteriores, a cada cual más disparatada que la anterior; se termina cocinando un caldo espeso maloliente que te cuesta luego limpiar.
Tampoco es aconsejable suponer en positivo. Normalmente este tipo de ilusiones suelen terminar cuando la verdad te da un palo contundente.
Así que esta es la reflexión: no supongas: habla. Aunque cueste decir las cosas: habla. Obviando el miedo a las reacciones, habla.



autor: alex

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