jueves, 14 de julio de 2011

¿De qué preocuparse? ¿De qué preocuparse? ¿Qué motivo hay? ¿De qué preocuparse? Si las preocupaciones vienen del futuro, y el futuro no existe, ¿De qué preocuparse? No hay motivo de preocupación.

- ¿No?

- No

- ¿Pero seguro que no?

- No

- Y entonces ¿para qué un cerebro? ¿no va la preocupación conjunta al hecho de ser humano?

- Si, pero hasta cierto punto. Una vez que entras en movidas a partir de suposiciones vagas, empiezas con los problemas psicológicos.

- Tal vez yo tenga esos problemas.

- Bueno, ¿y qué si es así? Sus motivos tendrá tu cerebro para funcionar mal. Eso, si es que realmente funciona mal.

- Mis preocupaciones se salen de lo común. Estoy seguro que algo tengo.

- Pues ole tus cojones. ¿No es cojonudo estar como una cabra?

- Pero es algo que a mí me afecta negativamente, mierda. Vivo acojonado. Por dudar de todo.

- ¡Pues no dudes! ¡No dudes! No se puede tener una visión objetiva de todo. Como sabes, cada cual tiene la suya propia subjetiva. Es lo que tú deberías hacer, buscar tu subjetividad.

- Pero sabiendo que esa subjetividad no es más que un engañamiento a ti mismo, por tal de tener un suelo firme… Se queda en inútil.

- ¡No es un engaño! Porque la objetividad total no se puede abarcar. Hay que tener una mente muy buena, casi sobrehumana, para hacerlo.

- No sé cuál es mi punto de vista. ¿Y si se trata de precisamente ese, de que todo es tan subjetivo que nada tiene ni parte de verdad?

- Tienes que encontrar la sudada de polla. Te la tiene que sudar, no importarte. La preocupación solo te traerá complicaciones y fracasos.

Me la suda. Me la suda. Me importa una mierda. Tres pepinos. Un carajo.


autor: alex

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