viernes, 22 de julio de 2011

Reina de la miseria

Sus súplicas jamás fueron escuchadas. Llegó el invierno, adiós a toda

esperanza. No hay nada que decir, nada que merezca la pena, pero levántate

y lucha por tu honor.

Siento su aliento en mi nuca y necesito gritar. Todo aquello quedó tan atrás. Las nubes se llevan el pasado. El viento trae consigo el susurro de un viejo piano. Los arboles se mecen con violencia. ¿Dónde estoy? Corro por el lado oscuro, sombras que me amenazan. Como una reina destronada de su reino ilegitimo. ¿Cuál es mi lugar? Vaya donde vaya solo veo odio.

Sus súplicas jamás fueron escuchadas. Llegó el invierno, adiós a toda

esperanza. No hay nada que decir, nada que merezca la pena, pero levántate

y lucha por tu honor.

Oigo el odio salir de tu boca, el frio me congela el alma hasta que me deja sin respiración. ¿Dónde está mi palacio? Donde había joyas y bailes ahora hay miseria. Me retuerzo en mi tumba. Pisadas de caballos. Jaula de cristal. La muerte mi fiel compañera. ¿Hay alguien que me pueda ayudar? Vaya donde vaya me puede mi sed de sangre.

Sus súplicas jamás fueron escuchadas. Llegó el invierno, adiós a toda

esperanza. No hay nada que decir, nada que merezca la pena, pero levántate

y lucha por tu honor.

Muerte ¿quieres bailar junto a mí? Disfrazada de cuervo se presenta en mi ventana. Estoy perdida en un laberinto sin salida.

Sus súplicas jamás fueron escuchadas. Llegó el invierno, adiós a toda

esperanza. No hay nada que decir, nada que merezca la pena, pero levántate

y lucha por tu honor.

autor: Carmilla

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