viernes, 22 de julio de 2011

Tus ojos son la droga que me esclaviza

me mantienes unida a una espiral

que gira alrededor de tu mirada.

Me has envenado sin yo saberlo

estoy presa en la telaraña que me une a ti

ámame solo la mitad de lo que yo lo hago.

Aunque la noche muera

y tú te vayas de mi cama

aunque la luz de tu mirada se apague para siempre

yo te seguiré amando eternamente.

Tus labios son las olas que se mecen

y que se deslizan por mi cuerpo

navegando por mi saliva.

Sé que no es fácil amar a alguien como yo

susúrrame cada amanecer

recuérdame que soy indispensable.

Aunque la noche muera

y tú te vayas de mi cama

aunque la luz de tu mirada se apague para siempre

yo te seguiré amando eternamente.

autor: Carmilla

No hay comentarios:

Publicar un comentario